lunes, 13 de octubre de 2014

El coach como líder educativo (parte II)



"Y además dar clase"
Ya la semana pasada bosquejamos la manera en que el coch parte de una resistencia generada por falta de información, o bien, por falta de flexibilidad con que vemos el entorno educativo, con todo y que hemos cambiado nortablemente nuestro estilo productivo, y de aprendizaje, sobre todo entre los más jóvenes, sin embargo, no hemos resuelto el dilema, ¿qué es un líder educativo y cómo se relaciona con el trabajo de un coach?
El líder educativo debe ser un maestro que no se conforme con dar clase, eso no sorprende ni causa admiración en el estudiante, en todo caso es lo que está esperando. Cuando un estudiante cambia sus enfoques de vida es cuando encuentra a un maestro que ve la vida (y los contenidos) diferentes, cuando se da cuenta que su maestro es capaz de pedir ayuda, cuando ve que su maestro es creativo y toma caminos no ortodoxos, no por simple locuacidad, sino como estilo de vida para experimentar situaciones y resultados y a partir de ello ser otro.

Tablada (2008), en un comentario en su blog da mayor luz sobre lo que este concepto, tan paralelo al coach educativo, requiere: “Un verdadero líder educativo es el que perturba nuestra seguridad, nos desafía, incitándonos a la exploración y animando el esfuerzo. El maestro transformante percibe cuándo el aprendiz está dispuesto a cambiar y ayuda a su discípulo a responder a necesidades más complejas, trascendiendo los antiguos moldes una y otra vez. El auténtico maestro es también un aprendiz, y es transformado por la relación de liderazgo que ejerce”.

Como se puede apreciar, este enfoque de docencia comulga plenamente con lo que es un coach, pues el coach, aun sin la especialidad educativa, es quien ayuda al cambio, ayuda al coache a que trace su camino de mejora, de manera que la asertividad en la acciones de él y de su coache sea el sello de sus acciones, pues sabemos que la técnica del coach permite el conocer e interiorizar procesos de reflexión personales, descubrir y actualizar enfoques de vida y métodos de trabajo. El coach sabe que puede ayudar a los demás porque él mismo se ha ayudado, porque tiene un compromiso superior con la formación y la libertad.

¿Cuáles son los pasos que el coach educativo puede implementar?, como inicio metodológico se pueden marcar los puntos descritos por Carril, (citado por Sánchez y Boronat, 2014):

a) tomar conciencia de nosotros y aceptar lo que somos;

b) salir de la zona de confort y marcarse metas motivadoras;

c) dar pasos pequeños y constantes, seguir la intuición y ser dueños de nuestro tiempo; 

d) reflexionar para reconducirnos y avanzar
Estas son fases que se pueden aplicar para el trabajo de coach, partiendo del hecho de cada especialista va formando su propio camino y estilo, pero como metodología se puede ver la relación que se existe entre el líder educativo que busca nuevas rutas y el coach que siente la necesidad de tomar consciencia de su instante de vida y la experiencia de cambios constantes.
 
Ahora bien, es necesario profundizar, pues lo que trabaja el docente a nivel personal lo debe buscar transmitir e inspirar en sus educandos, es el académico como líder y como coach quien debe hacer consciente al estudiante de su momento, de su realidad y sobre ello encontrar las formas para que el joven no se sienta satisfecho y quiera vivir de otra manera la experiencia de conocer y crecer en sí mismo.
Con base en este proceso Sánchez y Boronat (2014) ya definen de manera más específica lo que es la coach educativo: “Con base en estos principios, nuestro modelo se basa en la creación del conocimiento por parte del alumno (autoaprendizaje), y en la consideración de la figura del profesor como guía del proceso de aprendizaje y facilitador del descubrimiento (orientador). Todo ello, en línea con la filosofía que subyace en el proceso de Bolonia, de corte constructivista. Estimamos que con su puesta en práctica, no sólo los estudiantes pueden lograr mayor éxito en la adquisición de conocimientos, sino que puede acrecentarse su motivación, que afecta positivamente a su actitud ante el estudio”.
El coach promueve la construcción porque él se está construyendo, evita fórmulas permanentes, aplica mejoras, abre canales de comunicación, trasciende el plano de la clase gracias a su interacción persona y con ayuda de plataformas sociales, sabe que no comunica conocimientos logrados pues mucho depende de los significados que cada alumno aporta.
 
El coach educativo vive pleno es el desarrollo de proyectos, en el diseño de propuestas, en asignar de investigaciones, claro en todas ellas se aborda el contenido de la materia, pero no como clase, sino como material de trabajo.
El coach educativo, como líder académico, hace suyas expresiones como “decide”, “¿cómo lo resolverías?”, ¿ya agotaste las fuentes de investigación?”, “ten confianza en tu trabajo”, “seguro que lo vas a hacer bien”, entre otras que puede concebir, pues sabe que el lenguaje es el vehículo en que puede confiar para infundir seguridad y capacidad para potenciar las habilidades de su estudiante.

Las oportunidad es latente, y me atrevo a manejarlo como sugerencia, reflexión y metáfora: "el líder académico, con las habilidades del coach, hace y logra mucho, y además, da clase".





BIBLIOGRAFÍA

Grinberg, J (1999) Desafío y posibilidades para el futuro de la educación, el papel del docente del futuro, en http://www.oocities.org/es/oricelaod/SAPGE/fase1/T1/antecedente01.html, consultado el 17 de junio de 2014

Sánchez Mirón, B. y Boronat Mundina, J. (2014). Coaching Educativo: Modelo para el desarrollo de competencias intra e interpersonales. Educación XX en http://e-spacio.uned.es/revistasuned/index.php/educacionXX1/article/view/10712/11306, consultado el 17 de junio de2014.

Tablada, J (2008) El Liderazgo Educativo, debe de ser un Liderazgo Transformador, en http://www.elnuevodiario.com.ni/blogs/articulo/165-liderazgo-educativo-debe-de-liderazgo-transformador, consultado el 17 de junio de 2014

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