La simple misión de cada día |
Así como sabemos que no hay que tirar la basura en el suelo, pero la tiramos, ocurre lo mismo con la felicidad, sabemos que venimos al mundo para ser felices, sin embargo tenemos en lo cotidiano una serie de conductas y comportamientos que nos alejan de la meta.
En este momento lo más sencillo que puedo hacer es decirte que dejes comportamientos como vanidad, egoísmo, envidia o cualquier otro sentimiento negativo, pero hay algunas objeciones.
¿Con qué autoridad asumo que tienes alguno de esos compotamientos?, ¿qué real poder tengo para cambiar tus paradigmas o conductas si no conozco el escenario completo?, porque alguien puede ser envidioso y tener todas las razones de vida (experiencias) que justifiquen dicho sentimiento. En otro enfoque, si se dice que una persona no requiere de una justificación para ser feliz, ¿por qué imponer condiciones al egoísmo?
Lo que sí podemos decir es que la felicidad es un acto social, esa es la clave, quien vive para su pura y exclusiva felicidad, quien se satisface a sí mismo, ¿cómo sabe si lo está haciendo bien?, ¿contra qué estaría comprobando que sus acciones tienen sentido, valor y trascendencia?
Por eso la idea no es convencerte de cómo ser feliz, yo no tengo ningún tipo de súper poder para darte una solución, o una pista, eres tú el que puede encontrar su referente, su estándar, y como puedes ver en la inforgrafía que está en https://es.pinterest.com/pin/473018767083967695/, no es tanto lo que hacemos hacia nosostros mismos, sino la cualidad de hacer algo por alguien, lo que podemos provocar en los demás, la manera en que seremos recordados por los demás.
Recuerda, el hombre ha avanzado en su proceso evolutivo por la adaptación al entorno y por convertir el miedo en motor de cambio, de progreso; sin embargo, logra ser recordado por dos indicadores simples, por construir o por destruir, ¿en qué esándar estará la felicidad, como constructor o como destructor?
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