lunes, 22 de diciembre de 2014

¿Compasión o resilencia? (I)



Toda buena acción totalmente pura, toda ayuda total y verdaderamente desinteresada que, como tal, tiene su motivo exclusivamente en la necesidad del otro, es verdaderamente, si la investigamos hasta su razón última, una acción misteriosa, una mística práctica, en la medida en que nace del mismo conocimiento que constituye la esencia de toda mística verdadera y no es explicable con verdad de ninguna otra forma... Por eso... he llamado a la compasión el gran misterio de la ética
-Arthur Schopenhauer-


La compasión como tal se entiende como sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar, remediar o evitar su dolor o sufrimiento, y dado el entorno en que vivimos me gustaría que esto lo analizáramos con detalle, partiendo que es un sentimiento de algo que está dentro de todos, cualquiera lo puede vivir, se me ocurre por ello preguntar, ¿qué ponemos por encima, en nuestras vidas, para que este sentimiento no se exprese cotidianamente?



Por otro lado, ¿hasta dónde es válido, correcto, comprometido el tratar de aliviar esas penas en el prójimo? El punto puede ser un tanto provocador, pero no podemos dejar de lado la inmensa cantidad de personas que lejos de valorar la ayuda que reciben se resisten y continúan en su vida.



Esto nos pone en un dilema, se puede contar con una persona que tiene compasión por sus semejantes y trata de ayudarlos a superar dolores y traumas, y por el otro tenemos a personas que no tienen las condiciones básicas para poder aceptar esa ayuda, ahí el punto de inflexión, la referencia es la resilencia.



Urra (2010) en su trabajo Estudio sobre fortalezas para afrontar las adversidades de la vida señala: “En física, la resilencia (de resilio: volver al estado original, recuperar la forma originaria) se refiera a la capacidad de los materiales para volver a su forma cuando son forzados a deformarse.



Y agrega: “Una definición posible de la residencia es, la capacidad humana para enfrentar, sobreponerse y salir fortalecido o transformado por experiencias de adversidad”.



A partir de este hecho podemos empezar a reflexionar, es factible entender que todos tenemos la posibilidad de salir fortalecidos de cualquier situación, a partir de ello dejaría de tener motivo de existencia la compasión, pues cada quien se podría reorganizar a partir de su propia experiencia, o bien, ¿la compasión sería una actividad sencilla, pues sería latente la actitud de la gente por aprender o rehacerse de su experiencia?



Por otro lado, ¿hasta dónde es cotidiana la resilencia a pesar de los grandes esfuerzos y voluntades de personas que quieren y desean ayudar a quienes están viviendo momentos difíciles?, ¿somos sensibles  cuando alguien es compasivo ante nuestros problemas o lo desestimamos porque nadie nos puede entender?

 
El buen samaritano, Jan van  Scorelstraat

Más aún, ¿cuál es el papel de los medios de comunicación, masivos y electrónicos con respecto al sufrimiento humano? No podemos olvidar o dejar de lado que en medios masivos se ha criticado el contenido en programas como los reality shows en donde la exhibición de pérdidas, carencias y sufrimientos garantiza audiencias, ¿y qué tanto están alejadas las redes sociales y plataformas de contenidos como los ya descritos?



El tema que se ha desarrollado implica un análisis detallado de cómo la figura de in coach puede ser útil dado el entorno social y de comunicación en que estamos inmersos. ¿Un coach debe ser une ejemplo de compasión o de resilencia?, ¿cómo el coach se vuelve un ejemplo de resilencia en su propia vida?, ¿la resilencia se puede orientar de manera efectiva en quien no cree en el concepto?

De esto y más reflexionaremos en fechas próximas.

viernes, 28 de noviembre de 2014

De lo mucho que puedo aprender de Chespirito



No puedo negar el efecto que tuvo en mí el enterarme de la muerte de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Estamos hablando de una presencia permanente de mi infancia los lunes en la noche en que podía ver las cosas que les pasaban a los habitantes de una vecindad, todo centrado en un niño que aunque tenía familia siempre pasó por huérfano. 

De inicio, es una serie que aunque tiene algo así como 40 años sigue siendo vigente, y miren que el mundo ha cambiado totalmente, ¿por qué se mantiene vigente?, ¿por qué hay golpes y cachetadas?, ¿por la inocencia de su humor?, ¿por costumbre?, razones puede haber muchas, igual menos que las que señalan los detractores: estereotipo de la ignorancia, destrucción del lenguaje, cultura de la risa grabada, y es posible que tengan razón.

Sé que el comentario puede ser provocador, pero se trata de reflexionar, de pensar de otra manera, y es posible que salga un nuevo razonamiento, me parece que un personaje como El Chavo del 8 es tanto como Mafalda. Desde luego que con El chavo no quiero vincular la crítica social, la denuncia ideológica de la siempre aguda Mafalda, pero creo que sí hay un punto que creo que los une y los proyecta.

Me parece que algo de lo más complicado es crear personajes globales, personajes metáfora, diría, pues Mafalda me parece la metáfora del pensamiento crítico, pero El Chavo del 8 (quién sí tenía nombre, pero siempre era interrumpido cuando lo iba a decir) es la metáfora, me parece, del desclasado que no por ello se amarga, al contrario, es feliz, y se adapta con lo que está a su alrededor: un coche de juguete, una botella o una escoba.

Y no deseo que mi punto de vista se tome como un posicionamiento cómodo, no se trata de tomar como bandera el pobre pero contento, pero hay escuelas de pensamiento que trabajan estas ideas, por ejemplo en el sitio de la casa Víctor Frankl se apunta lo siguiente: “La Logoterapia es un método psicoterapéutico creado por el Dr. Viktor Emil Frankl orientado a descubrir el sentido de la vida. El término Logos, acuñado por Heráclito de Efeso en el siglo VI a.c. es utilizado por Viktor Frankl como Sentido, por lo tanto, la Logoterapia es la terapia que se enfoca en descubrir el sentido de la vida para cada persona.

Y continua: “La Logoterapia es reconocida a nivel mundial como la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia , entendiendo como la primera al Psicoanálisis de Sigmund Freud y como la segunda a la Psicología Individual de Alfred Adler” (http://www.casaviktorfrankl.com/queeslogoterapia.html).

Por otra parte, en la página de la Sociedad Mexicana de Análisis Existencial y Logoterapia se apunta lo siguiente: “La Logoterapia despierta a la persona en su rol de protagonista de su propia historia, de su felicidad, de sus logros y en su rol de constructor de su persona dado que el hombre es un ser llamado a elegir un proyecto de vida en conformidad con su propio ser, por lo tanto artífice de su destino. Proyecto de vida no son las ocurrencias antojadizas con las que llenamos el tiempo de la vida, sino la orientación organizada de los esfuerzos para dar vida a la vida” (http://www.logoterapia.com.mx/logoterapia/logoterapia-viktor-e-frankl) .

Desde luego que no pretendo decir que los contenidos de El chavo del 8 se hicieron con base en esta escuela, solo doy un referente para entender lo que vimos (y seguimos viendo) en cada capítulo de esta serie, desde el hecho de que este niño no rechaza ser el protagonista de su vida, tiene idea, vaga, pero idea de proyecto de vida pues no deja de ir a la escuela (considerando su cuasi condición de huérfano), me parece que este niño es, a su modo, con sus recursos, alguien que entiende el sentido de su vida.

Reitero, es posible que este enfoque no sea compartido por muchas personas, pero lo que no se puede negar es el valor polémico de este personaje, una metáfora global y que si bien logró personajes que fueron secuestrados por el poder (la trasnformación de los Caquitos a ser trabajadores de un hotel) el valor de El Chavo del 8 siempre se mantuvo intacto, al menos así lo recuerdo.

¿De todo esto qué aprendo?, que desearía tener ya desarrollada la habilidad, talento, audancia, sencillez y claridad que tuvo Roberto Gómez Bolaños para saber observar su entorno, saber identificar cosas interesantes y darles valor agregado, algo que todo coach debería tener si en verdad quiere ayudar a quien está en su entorno.

Del mucho material que se puede rescatar, comparto este capítulo, y bueno, rescatemos el sentido de la vida que expresa El chavo del 8: https://www.youtube.com/watch?v=eXATgYTxToM



viernes, 21 de noviembre de 2014

Los tres niveles de la educación (I)

Ya han sido superados los tiempos en que los padres decían a los maestros "péguele si es necesario", no solo la sociedad ha evolucionado, también estamos hablando de instancias jurídicas y morales que nos gusten o no, están ahí, y si bien aún deben ser perfeccionadas, el marco laboral para un docente ha cambiado notablemente.

Sin embargo no es suficiente, la conferencista Tina Seelig reflexiona en cuanto a ¿por qué el jardín de niños tiene espacios de creación, color, textura, materiales, recursos visuales, entre tantos otros y después se acaba en salones alineados de pupitres?, ¿por qué no continuar haciendo de la escuela un lugar de experiencia de aprendizaje?, pueden ver el video, muy verdad interesante, en: https://www.youtube.com/watch?v=gyM6rx69iqg

Ahora,  este es un problema desde la estructura misma, y se antoja complicado que la estructura cambie a corto plazo, implica ir a lo más profundo de la filosofía institucional, ¿pero qué puede hacer el maestro en su entorno inmediato?, bueno, en sí me parece que además de disponer de un temario que está destinado a cubrir, tiene a su disposición tres opciones que puede emplear, el problema inicial es que sea consciente de esos tres niveles, pues a partir de ellos no solo agiliza la clase, también puede aportar al desarrollo de la persona (alumno y él mismo), como a la cultura que puede generar y gestionar.

El primer nivel es el castigo: seguramente la visión de esta herramienta es bien conocida, quien no hace bien las cosas se merece una reprimenda, que puede ser tarea, no salir a descanso o recreo, reporte a la familia, en fin, para ser honestos no requerimos de muchos ejemplos y detalles, la mera experiencia permite que esto se identifique con facilidad. la ides no es medir la exageración, sino saber que esto puede ser posible: https://www.youtube.com/watch?v=XSH7J_ghjKE 

El segundo nivel es la demostración: estamos hablando del maestro que centra su acción en mostrar al alumno lo que es capaz, ya sea por su modelo o por lo que orienta a hacer, esto ya es un plano virtuoso, bueno, de lo que nos gusta en un salón de clase, es la visión del maestro que traza puentes de comunicacón a través de ejemplos, palabras, emociones o creatividad, una persona que disfruta su vida como maestro y promueve un estado de ánimo de crecimiento, estamos hablando de los maestros inspiracionales:

Ahora, el segundo nivel, pese a ser el virtuoso tiene una debilidad, se centra en la emoción, experiencia, enfoque o interés del maestro, con esto no quiero demeritar tan noble acción, y que es más que deseable, pero es necesario plantear el nuevo escalón, el tercer nivel.

El tercer nivel es la investigación, y no es hacer mención a proyectos de investigación a nivel propuesta, hipótesis, objetivos etc., se trata de un enfoque mucho más sencillo y práctico que requiere de sensibilidad, de que el maestro salga de sí mismo, ya sea el del primero o del segundo nivel para poner en el centro de la acción a alumno.

Estamos hablando que el tercer nivel es el maestro el que sale a buscar las emociones, estados de ánimo de sus alumnos, de implementar herramientas que le sean de utilidad a él para saber más de sus alumnos, de sus cambios, de sus impresiones, de todo lo que puede pasar en su cabeza y que termina alterante el rendimiento de los jóvenes con los que convive cada día.

El tercer nivel es el que conecta a la docencia con el coach, pues de la astucia y elegancia para preguntar es que se obtiene información (investigación) de los alumnos. Este tema es extenso, se tendrá que abordar en otra entrega, el punto de inicio es de reflexión para el maestro, ya sabemos que el alumno rara vez asiste a la escuela con plena satisfacción y deseo pleno de aprender cosas, y de seguro sabemos muchos de sus intereses ajenos a la educación, la pregunta sería, ¿no tienen derecho a tener sus propios intereses?

Cuando meditamos esta pregunta, espero, se hace necesario resolver el dilema, necesito saber el valor y dimensión de la agenda de mis alumnos para entonces buscar la manera de poder incidir en ellos. Mientras no me interese en la agenda de mis alumnos, mientras no la investigue, ¿cómo podré influir en ellos?, porque a final de cuentas de lo que se trata esto es de lograr que nuestro alumno pueda ser feliz aprendiendo.

La felicidad dura tan poco que hay que promoverla con urgencia


Para responder a este dilema, en la siguiente entrega desarrollaremos esta idea.



lunes, 17 de noviembre de 2014

Necesidades de coaching en la docencia (II)


Sonreímos más fácil cuando ayudamos


Ya la semana pasada describimos un enfoque de lo que es inseguridad, el tiempo líquido en que hemos tenido que aprender a vivir, así como bosquejar algunas de las actitudes que un docente moderno debe expresar como cualidad vital y no solo como un recursos casual, pero necesitamos más.
La experiencia, como maestro de redacción, me permite saber que cuando un alumno me entrega un trabajo de clase lo primero que me dice es “¿ya está bien así maestro”?, como especialista puedo decir sí o no; el papel del docente como coach da respuestas opcionales como:
a.    “¿Te parece que está bien?”
b.    “¿Quedó como tú lo deseabas?”
c.    “¿Dice lo que en verdad querías expresar?

Es sorprendente la cantidad de veces que el alumno me ha dicho textual: “pues no, no está bien”, en la continuidad del diálogo se pasa a la instrucción empoderadora: “bueno, pues entonces corrígelo” (no olvidar que es una clase, no una sesión formal de coach), y sí, en ocasiones me responden: “¿pero qué le cambio?” La respuesta que se puede dar empodera aún más (es posible): “Si tú mismo sabes que no está correcto o como debe estar, bueno, pues tú sabes lo que hay que corregir”. 

En más de siete años este diálogo me ha permitido dar poder a los alumnos, pues se dan cuenta que ellos mismos dieron las respuestas, y saben que hay que hacer bien las cosas, con base a un trabajo previo. Un detalle más, nunca ha avanzado más este diálogo, nunca se ha presentado un conflicto, todos los estudiantes han quedado claros que si ellos saben dónde no están bien las cosas, ellos son los idóneos para poner la solución. 

Reitero, esto está comentado en el sentido de una clase en que hay lineamientos o instrucciones concretas y procesos a cumplir, pero nos permite imaginar lo que puede ser una charla sobre temas personales del alumno.
 
Si bien es un ejemplo sencillo, algo se bosqueja de lo comentado por Ferrés I Prats, el docente con herramientas, diálogos y actitudes de coach deja el papel de protagonista al alumno, se empieza a acostumbrar a la idea de que él puede solucionar problemas, que es capaz, que puede tomar decisiones acertadas.

Ahora bien, para este docente que trabaja como coach en su clase, ¿basta la sesión de una hora, de una mañana?, para dar contenidos y estilo de trabajo sí, pero recordemos el punto inicial de la reflexión, la formación humana y emocional también es parte de su compromiso educativo, y en clase se está enseñando a trabajar, a aprender. 

Bueno, la sugerencia de esto que pasa más por filosofía de vida, para ello se tienen espacios, pasillos, patios, y sitios de reunión común que deben ser también áreas de trabajo docente, no solo el aula. Un maestro de educación básica, que trabaja con niños,  al estar en el patio en el descanso o recreo puede platicar, ver, observar, interactuar, es más, con estar es más que suficiente; con estar, ya es buscando, tiene un área de influencia que el alumno le va dar, sin requerir órdenes o instrucciones el alumno se acercará, lo buscará, pues el niño busca referentes, busca modelos para comparar, esta es la zona en que el maestro como coach cierra la pinza. Esta es la parte que la docencia tradicional no domina, la parte tradicional se centra en dar clase, solo en eso, porque como lo comenté al inicio, es su maestro, no su niñera. 

El maestro debe esperar recibir información
Ahora bien, en grupos un tanto más maduros, pensemos en medio superior o universidad, ¿el alumno requiere de modelos?, ¿los busca?, claro, desde luego, pero no de la misma manera en que lo requiere un niño de educación básica, el adolescente o joven quiere espacio, no desea tanto contacto, no lo requiere, al menos de manera consciente así lo ve, pero la misma e incluso mayor búsqueda de referentes permanece, ¿y quién mejor que el maestro para ser parte de esa búsqueda? 

Y es ahí en donde entra el segundo aspecto de la combinación, el uso de las TIC, si un alumno desea interactuar conmigo, ¿estoy siendo realista buscando entrevistas o charla en el patio?, su forma de interactuar ya no es la misma que en primaria, ahora quiere distancia, privacidad, es él quien toma el control, ¿qué se puede hacer?, entrar en donde él sienta que tiene dicho control, claro, estamos hablando de las redes sociales. 

¿Qué implica esto?, que el docente que trabaja como coach va a tener que repartir parte de su tiempo a estar en redes sociales y llevar sus herramientas y lenguaje al espacio virtual. Aquí algo simpático ocurre, lejos de ser el maestro el que “espía” la actividad de los alumnos, son ellos los que se acercan a “inspeccionar lo que hace el maestro”. 

¿Cómo entrar a este universo juvenil?, el maestro como coach solo tiene que aplicar una primera herramienta fundamental, si ha sido capaz de responder ¿Quién soy?, bueno, pues en la red social solo debe ser congruente, y ser lo que es, no hay que fingir, no hay que impostar, solamente hay que ser uno. Las opciones de comunicación son muchas: efemérides, citas famosas, canciones, videos, reflexiones personales, los populares memes que proyecten la imagen de seguridad y de triunfo del maestro como coach, estas pequeñas acciones irán haciendo poco a poco la red de contactos de sus alumnos. 

Y como se explicó, el maestro como coach tiene que ser él, natural, pero no superficial ni frívolo, tiene que tener muy en claro que ese espacio es para la promoción e interacción de sus enfoques de vida como coach, así como en clase debe marcar que él es maestro, no el amigo de los alumnos (en caso de romper esta regla los alumnos solitos nos recuerdan este fundamento), de la misma manera, en una red social no olvidar que soy un maestro en red social que busca influir, orientar, apoyar, clarificar, auxiliar a mis alumnos en enfoques de vida, no educarlos. 

No es necesario subir un post en que diga “les voy a dar un concepto, pongan atención”, no, porque no es clase, con subir un comentario que diga: hoy estuve en clase con x y fue una experiencia muy agradable, los llamados “likes” irán apareciendo poco a poco, esta aceptación permitirá al maestro con herramientas de coach tener la posibilidad de influir fuera del salón de clase, influir en el plano emocional y humano al que hacíamos referencia. 

Los tiempos líquidos en que vivimos orilla a que la docencia trascienda las aulas, que el mensaje, que el discurso, rebase la mera instrucción de contenidos; el alumno nos va a recordar más por el trabajo emocional y humano que por las fórmulas y teoremas. La opción viable, natural y sencilla es el uso de herramientas poderosas, herramientas de coach y el dominio de los espacio virtuales. 

Esto se puede resumir de la manera que en lo personal me ha dado frutos: el maestro no se puede enfocar en dar clase, el verdadero maestro “hace muchas cosas y además da clase”.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Necesidades de coaching en la docencia (I)




La sociedad siempre ha necesitado de una institución que se encargue de la formación de sus jóvenes generaciones, y con formación nos referimos a enfoques amplios de conocimientos técnicos, formales, humanos y emocionales, al menos a nivel conceptual lo sabemos, pero vale la pena reflexionar, ¿en la actualidad entendemos o vemos que la educación tenga amplios y profundos enfoques técnicos, formales, humanos y emocionales?

Puntos de vista pueden abundar, sabemos que todos respondemos a nuestra experiencias, pero también es adecuado acotar que quien materializa los procesos formativos son los docentes, que son los planificadores, organizadores, coordinadores y gestores de la institución educativa; esto nos lleva a otro punto reflexivo, ¿el maestro común lo vemos como ejemplo de trabajo técnico, formal, humano y emocional?

Voy a dar un ejemplo que espero ilustre la situación; con la polémica que se ha dado con respecto al aumento del Bullying he visto memes en redes sociales en donde colegas expresan como idea central “soy tu maestra, no tu niñera”, o “su niño ya debe venir educado a la escuela”. Me parece que al decir medias verdades se dicen mentiras completas. Concedo que la maestra no es niñera, que el niño debe tener una educación familiar previa; pero también hay algo muy cierto, mientras el niño o niña esté en la escuela es responsabilidad de la institución, naturalmente los niños, los jóvenes, también son responsabilidad del maestro.

Ahora bien, ¿cuáles han sido los intereses del modelo educativo en toda su estructura?, que el estudiante complete el curso que está tomando, lo cual no es malo, pero si retomamos los puntos que se trazaron al inicio de este artículo, el temario cubre lo técnico y lo formal, ¿y el plano humano y emocional?, estos dos ambientes están descritos en el espíritu de la visión educativa, pero en la práctica quedan limitadas al esfuerzo individual, y aislado, de algunos docentes.

Dado este entorno de alta demanda laboral y dispersos esfuerzos formativos ¿qué podemos hacer?, de manera formal: ampliar el espectro de acción del docente y mejorar sus herramientas de trabajo formativo. La combinación adecuada es el uso de herramientas de coach y apoyo en Tecnologías de información y comunicación (TIC).

Empecemos por definir el entorno para que se vea la naturalidad de la combinación que proponemos. Bauman (2007) describe: “Si en un principio la idea de una sociedad abierta representó la autodeterminación de una sociedad libre, orgullosa de su apertura, hoy evoca la experiencia aterradora de una población heterónoma, desventurada, vulnerable, abrumada (y quizás supeditada a) fuerzas que ni controla ni entiende del todo; una sociedad aterrorizada por su mínima indefensión y obsesionada con la eficacia de sus fronteras”.

En este entorno descrito, el autor termina por definir el concepto de los tiempos líquidos, es decir, un modelo de vida que no tiene certezas o seguridad, que responde a la inmediatez y con variantes que hasta hace 30 años no estaban en el contexto de vida cotidiana. Fenómenos como la inseguridad, la migración, el analfabetismo tecnológico, la violencia y las adicciones no las inventamos, se han agudizado, y vivir en ese entorno no es nada sencillo.

Vamos a bajar aún más la información, los que fuimos niños hace 30 o 35 años sabíamos que en la noche llegaría papá y que la cena la haría mamá. Que el aparato de televisión se compraba y se disfrutaba por años, quizás que las vacaciones de verano eran, precisamente, en verano, no a en medio del año escolar, que el estudio nos garantizaría escalar socialmente. Un niño del tiempo actual es posible que su familia solo sea mamá, o papá, que su mamá tenga un novio, o bien tiene miedo de que su papá pueda ser secuestrado, o que en la calle hay tal cantidad de violencia que no puede salir a jugar tranquilamente.

Reitero, la inseguridad o la violencia no la hemos inventado, se ha agudizado, y lo que muchos conocimos como un mundo estable, de fácil explicación, estructurado y de certidumbre, en la actualidad se ha modificado, lo sólido se ha vuelto líquido, como lo explica Bauman, y es en este entorno en donde el niño crece, y esto nos lleva a la pregunta ¿en su metodología y discurso el maestro promedio está capacitado para ayudar, orientar y apoyar a su alumno?

Esta pregunta me lleva al primer elemento que se mencionó como solución, las herramientas del coach, un maestro que tiene herramientas de coach en su praxis tiene un lenguaje y una comunicación diferente, pues no se conforma con la formación del conocer, se orienta al ser de su alumno. En el tiempo líquido en que vivimos, ¿estamos seguros que todos nuestros alumnos saben por qué tienen que estudiar?, ¿todos tienen claro el valor o trascendencia de la educación?, es ahí donde la docencia está fallando, el maestro está obsesionado en transmitir un contenido, cuando el alumno es muy posible que emocionalmente esté con otros intereses. 

Es por medio de las herramientas del coach que un maestro puede hacer consciente a sus alumnos del valor de la educación, empoderarlo en la creencia de que su esfuerzo dará frutos y los transformará. Un niño que fue a la primaria en la década de los 70 iba porque sabía que tenía que ir, porque en su casa lo exigían, porque no había otro modelo de vida a imitar; los niños en la actualidad tienen tal cantidad de información que no todos tienen claro el por qué ir a la escuela, ya no digamos el sentido de transformación de vida. 

Ferrés I Prats (2008) expone muy bien el rol de un docente moderno, y entre líneas se puede apreciar la presencia de las cualidades del coach: “Ser un buen educador o educadora comporta, pues, una habilidad mediadora específica, diferenciada, paradójica, por una parte la capacidad de resolver conflictos derivados de la divergencia entre los intereses del educando y las exigencias de la institución académica, y por otra, la capacidad de crear en ellos conflictos cognitivos, de provocarles, de romper sus esquemas, de cuestionar sus planteamientos, de plantar la semilla de la inquietud, de la duda, de la incertidumbre, del desasosiego, de la curiosidad intelectual”.

Para los que ya compartimos la pasión por el coach no puede menos que leerse entre líneas que el maestro como coach, por medio de las herramientas y la interacción, debe ser ese mediador que sabe cumplir con los requisitos formales, al tiempo de ayudar a llevar a sus alumnos a acciones y a aprendizajes que van más allá de los contenidos.
Por favor observa el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=plmDCxNHVO0 y analiza, ¿si un maestro puede crear un entorno educativo así, además de creativo, no estará dando una muestra que es alguien que ve más allá del simple contenido?