Decir que vivimos tiempos complicados
es un bonito eufemismo. ¿Realmente cuándo ha siso sencillo vivir?, el hombre
primitivo tuvo que echar mano de todo su ingenio para no ser devorado por
alguna fiera de la época. El hombre del medievo vivía en situaciones sanitarias
en verdad lamentables, como ejemplo solo ver la epidemia de peste negra en
Europa
(http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/02/150224_peste_negra_gerbillos_lp) y
así podemos ir sumando detalles que muestran que la vida de la humanidad nunca
ha sido sencilla.
En los tiempos modernos ya no tenemos
fieras acechándonos en todo momento, es más, estar en un ambiente silvestre no
es tan cotidiano, los sistemas de seguridad y sanitarios ya hacen más
complicada la propagación de epidemias como la descrita, sin embargo, lejos
estamos de vivir en estados de tranquilidad.
Las nuevas amenzas a nuestra salud
viene en atractivos mensajes publicitarios, agresivos paquetes promocionales y
sabores que son en verdad muy extensos, pero a final de cuentas, la llamada
comida rápida, la tan atractiva alimentación industrializada, combinada con
estilos sedentarios de vida son, podemos llamar, la nueva epidemia en las
sociedades globales.
Un artículo de la revista Mundo
ejecutivo reporta "La profesora del Departamento de Estudios Empresariales
de la Universidad Iberoamericana, Graciela Saldaña Hernández expuso que la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que los empleados obesos
tienen dos veces más probabilidades de ausentarse en el trabajo por
complicaciones en la salud.
Y agrega "El sobrepeso y
la obesidad afectan a siete de cada 10 adultos mexicanos de distintas regiones
y localidades del país. Y un amplio número de quienes las padecen son personas
entre 25 y 35 años, un estrato muy productivo de México, señaló.
Situaciones como es el panorama de la obsidad, una espiral que es peligrosa:
a. Acidez estomacal
b. Gastritis
c. Diabetes
d. Elevado colesterol
Estamos hablando que la obesidad es
un tema que resta agilidad mental, falta de vitalidad en el movimiento, puede
causar problemas de estima, y en general no nos ayuda a proyectar el dinamismo
que laboralmente podemos desear proyectar.
Ahora, ¿qué se puede hacer?,
antes que caer en consejos que uno de nuestros especialistas te puede
compartir, te doy una idea que detone el que busques ayuda, estamos hablando de
indicadores.
Lo primero que hay que buscar es la
consciencia de las cosas, esto es, poner atención en lo habitual de lo que
hacemos, y ahí va a estar el primer paso, por favor atiende y responde a las
siguientes preguntas:
- ¿Cuántas veces a la semana comes comida industrializada (comida rápida)?
- Sobre bebidas azucaradas (desde te hasta refresco de cola), ¿cuánto bebes a la semana?
- Específicamente, ¿qué comes los fines de semana (considera de viernes a domingo)?
- Cuando compras tu despensa, ¿cuánto
destinas a lo que pueden ser golosinas (pastelillos, bebidas azucaradas,
galletas, etc.)?
Sobre estas primeras preguntas, todas
ellas muy simples, saca los número claros y concretos, la idea es que pongas en
el papel lo que gastas, lo que compras, olvídate por el momento de compromisos,
de promesas, y demás aspectos, solo ve al lado concreto de cuánto gastas en ese
tipo de alimentos.
La intención final de este ejercicio
es que tengas cifras que hablen por sí mismas, que sea un resumen semanal que
puedes proyectar por cuatro para que veas lo que implica al mes, y eso por
doce, para que veas el impacto al año. Cuando hayas hecho este ejercicio sólo
reflexiona una pregunta: ¿cómo me siento?, de la respuesta que concluyas podrás
definir si quieres ayuda o no.
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