jueves, 13 de agosto de 2015

El juego de señales

Me encanta el deporte, citando al inovidable Pepe Espinosa, célebre cronista de fútbol americano, decía que el deporte era el verdadero drama de la vida, pues dos grupos tenían que conjugar su talento, habilidad, preparación, fuerza, incluso su suerte para como equipo lograr una meta: ganar, superar a su rival. Y claro, el equipo al que enfrentan luchará con recursos similares para evitarlo.

En el mundo del fútbol americano nada más emocionante que una formación en línea de gol, donde un grupo humano a poco menos de un metro puede avanzar o puede ser detenido, y en todos esos segundos previos a la jugada es un hervidero de señales, gritos, indicaciones, la tensión es mucha y las voces y movimientos lo hacen evidentes. No es solo fuerza y velocidad, la clave para la defensiva es leer lo más pronto posible lo que los ofensivos pretenden hacer. Pepe Espinosa tenía razón, el deporte es el verdadero drama de la vida.

Y así como en el fútbol americano o en el beisbol  el uso de las señales al armonía de la comunicación en momentos de presión, lo mismo puede ser nuestra vida cotidiana. Claro puede parecer que no es tan emocionante, no hay cámaras de televisión, ni cronistas que aumentan la emoción de la situación, vamos, pero hay algo que es muy relevante, las señales que podemos captar son para el juego de la vida que estamos protagonizando.

¿A qué me refiero cuando hablo de señales en el juego que protagonizamos?, por ejemplo, este anuncio de publicidad refleja de manera magistral lo que es saber leer las señales del entorno y poder triunfar


¿Quieres que sea más concreto a la idea de las señales de vida que en ocasiones no somos capaces de ver con claridad?, con gusto:
 
- Tienes cuatro años sin hacer algún aporte significativo a tu currículum (Señal de que te has estancado)
- Tienes exactamente a los mismos amigos desde hace 10 años (señal de que tienes los mismos referentes, no te has refrescado)
- Comentas cada vez que puedes que extrañas los buenos tiempos (señal de que no te has dado cuenta que los buenos tiempos son los que vives en el presente)
- Tu escritor favorito es Gabriel García Márquez (señal de que tienes más de 10 años de no renovar tus lecturas)
- Caminas en la calle viendo tu teléfono celular (señal de que estás dejando de ver, al menos, por dónde das cualquier paso)
- En tus charlas das largas explicaciones de todas las cosas que te afectan a tu felicidad (señal de que no estás haciendo algo práctico para vivir de otra manera)

Estas y más señales es lo que podemos descubrir si ponemos atención y hacemos un análisis de estas y otras situaciones de vida. ¿Es fácil leer todas las señales del entorno y que modelan nuestra vida?, no, francamente no es sencillo, por la sencilla razón, tú estás dentro de ese juego de señales. No es posible tener una visión de todas las señales desde tu posición personal y concreta, se requiere de ayuda.

¿Qué tipo de ayuda u de quién?, la ayuda de un observador que tenga la habilidade de hacerte ver las diversas señales que tienes ante ti desde otro punto de vista, un observador que ve más allá, fuera de ti y por medio de estrategias y prácticas, te auxilia para que puedas ver las cosas de otra manera. Un coach es ese tipo de persona. y es conveniente por as siguientes razones

- Un coach de verdad nunca te dará un consejo o solución
- Un coach tiene herramientas que facilitan diálogos productivos (no solo catárquicos, o de quiebre)
- Un coach es capaz de ayudarte a explotar al máximo tus recursos, experiencias, saberes y deseos, pues respeta tus ideas

Estas y más cualidades puede tener un coach, más que contarte todo, permíteme, y darte la oportunidad de generar un plan de trabajo guiado para potenciar tus habilidades y lograr las metas que por tanto tiempo has pensado pero no has concretado.

 


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