jueves, 1 de agosto de 2024

La paz mental (I)

Hace unos 50 años el mundo empezó a conocer de manera cercana un concepto como retroalimentación. Si bien hay antecedentes en modelos comunicactivos (30 años previos), esta "retro" para modelos informacionales, esto quiere decir que se tomaba como una respuesta de computadoras. Ejemplo, una lámpara que al recibir la información de movimiento se activa "por sí sola". Esta era la forma de entender a la retroalimentación, que sin duda que es algo muy corto para lo que significa este fenómeno en el comportamiento humana.

Ahora la retroalimentación es una palabra muy común de amplio uso en procesos académicos y empresariales, incluso hay técnicas muy concretas para aplicarla de manera correcta. En la actualidad, el mundo está entrando a una novedad, no es hoy, pero sí es un tema reciente que ya es parte de la actividad productiva: la paz mental.

En el cambio del mercado laboral hay ya señales. El nuevo mercado que empieza a copar los puestos ya tiene una idea muy diferente de desarrollo. Se quieren ocupar los puestos para aprender de ellos, por ejemplo, pero se ha sumado que ya no existe una clara intención de avanzar, de ocupar puestos de mayor promoción, ingresos o responsabilidad, es decir, se quiere tener un puesto y ocuparlo, solo eso; en parte se entiende dado que la nueva generación de colaboradores no tiene ni remotamente la idea de ocupar el puesto 10 años, quizás 5 años sea opción, pero la raíz que empieza a aflorar para no desear puestos de mayor exigencia, me parece, es simplemente por paz mental. Se entiende que mayores responsabilidades es traducción de problemas, compromisos, dependencia, y eso es perder la paz mental.

"En lugar de orientar sus vidas en torno a sus carreras, los trabajadores quieren salir a las cinco de las tarde y dejar atrás la rutina corporativa. Solo el 38% de los colaboradores individuales (CI, empleados sin autoridad responsables de realizar tareas o funciones específica dentro de una empresa) están interesados en convertirse en gerentes de su organización actual. El 62% restante prefiere permanecer como CI" (Consulta).

Si bien es cierto que un sin fin de actividades están próximas a ser reemplazadas por máquinas y robots, la pregunta que me salta es ¿qué está pasando con la ambición y deseos de ascenso y éxito profesional?, bueno, es complicado tener una respuesta definitiva, sin embargo como hipótesis de trabajo me atrevo a proponer que es por la exaltación que ha cobrado el concepto paz mental.

¿En qué me baso?, parte en lo que se puede leer en redes sociales, en parte por lo que veo en aulas universitarias, la idea que se tiene de paz mental es la evitación de toda presión o situación que resta tranquilidad. Y sí, suena lógico, desde esta visión, si yo tengo un problema, eso me quita paz mental, si yo dejo de tener ese problema, incluso de manera "mágica", recupero mi paz mental en automático.

Por mi experiencia en aulas, los alumnos normalmente aducen que la paz mental es no tener problemas, así, en cierto matices, no tener tareas, no tener exámenes, no tener proyectos, y con más detalles, que no les llamen al teléfono, al no tener pareja, al no tener que pensar en qué van a trabajar; la paz mental se toma como ausencia de toda presión o angustia. No es simple hedonismo, no se trata de buscar placer y renunciar al dolor, es más, es solo no tener ninguna preocupación, en una búsqueda estrictamente personal. es tanto como estar en el espacio, flotando, sin ruido, sin luz, sin calor, sin frío... Solo en paz mental. ¿Será un tema así de simple? Creo que ocurre lo mismo que con la retroalimentación en su momento: se tiene que enfocar de manera más clara y precisa. De ello vamos a platicar en una segunda entrega.



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