lunes, 6 de julio de 2015

La salud es más que no estar enfermo

Es muy cotidiano que se piense que la salud es un tema específico de estar sano, no enfermo, sin embargo es algo un tanto más amplio. Por ejemplo, el que en la calle no respetemos las señales viales es muestra de que no tenemos la suficiente salud. Las señalizaciones como la prohibición de estacionarse frente a rampas para discapacitados o no dar vuelta el ciertas avenidas no es un mero asunto de capricho, son normas que, salvo alguna excepción, ayudan a la movilidad de autos, seguridad de peatones y en general para facilitar la cohabitación.
La salud también es producto de la socialización

A partir de este sencillo ejemplo podemos entender que hay enfoques más amplios para la salud que tomar medicinas, ya de manera más específica me gustaría preguntarte, ¿has estado en algún trabajo donde el ambiente es tan denso, complicado, que simplemente vas, cumples tus obligaciones y sales lo más pronto posible?, bueno, en este caso ya no hay salud laboral.

La salud laboral tiene mucha importancia, ¿por qué?, por ser en muchas ocasiones el lugar en que pasamos más tiempo, es donde obtenemos los recursos, porque es lo que nos gusta hacer. Y sobre ello vale la pena reflexionar: ¿cuáles son tus sentimientos cuando te encanta la labor de tu trabajo, pero el ambiente es tan adverso que termina siendo un lastre tener que seguir yendo a trabajar? ¿Has estado en esta situación?, ¿conoces a alguien que haya vivido esto?, este es uno de los impactos más indeseables en la salud laboral, pues no solo frena nuestra productividad, nos quita nuestra misma felicidad, pues no nos permite disfrutar lo que más nos gusta de nuestro trabajo.

Ahora, imagina que este tipo de rechazo, bloqueo, indiferencia, o lo que sea, no es por un tema de convivencia, o de productividad, sino por barreras de género. Un artículo de la revista Mundo ejecutivo (2014) expone esta situación: "Cada vez hay más mujeres en el ámbito profesional, pero su participación es todavía muy inferior a la de los hombres. De acuerdo con un estudio, las mujeres en puestos directivos no son más de 24%, lo paradojico es que la escolaridad promedio de ellas en México suele ser superior a la de los hombres. Esto demuestra que el hecho de que no las tomen en cuenta en el ámbito laboral no se debe a falta de preparación; si no a un tema cultural e incluso de discriminación".

Este indicador, la discriminación, es un obstáculo que además de frenar la productividad en diversas industrias atenta contra la salud de la empresa y de las personas, pues un segmento de la sociedad no está alcanzando las oportunidad por las que se ha preparado. Esta salud se expresa, de acuerdo citado artículo, a que: existen empresas que prefieren mantener esa brecha discriminatoria antes de tomar decisiones inteligentes y vivir con la apertura de tener a gente (mujeres) que darían mejores resultados dada su preparación.
La igualdad de género es reflejo de salud social y laboral

¿Quieres ver el impacto que tienen estas decisiones sin fundamento?, el mismo artículo lo pone en perspectiva: "De acuerdo con información del Índice de Discriminación Salarial, las mujeres en México ganan 5% menos que los hombres, a pesar de que 40% de los hogares dependen del ingreso de las mujeres. Sin embargo, los niños muestran niveles más altos de escolaridad en hogares donde la mujer contribuye con la mayoría de los ingresos económicos.

¿Cuánto podría mejorar la economía y la salud (laboral y social) si se hiciera un mayor esfuerzo por equilibrar las condiciones laborales? Todo esto es tan sencillo como aceptar el parámetro: la salud en general se mejora tomando las decisiones más adecuadas con mente abierta.

Si te interesa el artículo lo puedes leer completo en http://mundoejecutivo.com.mx/mujer-ejecutiva/2014/06/18/reducir-brecha-entre-generos





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