Tengo algo así como tres años de
estar certificado como coach, los otros seis años previos fue un paulatino
acercamiento a este proceso sanador y profundo que mucha gente minimiza o
supone que no es tan especializado.
Personalmente lo que no me gusta
de esta actividad es que hay quien usa esta técnica para armar grandes frases,
dar muchos gritos "motivadores" y con toda la intención, al menos eso me parece, influir en
las personas abriendo emociones, pero sin mostrar caminos para hacer algo
con la catarsis que se puede generar con las herramientas adecuadas, en suma, sin un plan de mejora firme, medible y evaluable.
Por el contrario, el coaching me
ha llevado a niveles de consciencia que me gusta comentar y promover con quien
tiene confianza de trabajar conmigo. El coaching me ha dado la capacidad para
poder meditar situaciones de lo más diverso, desde la aceptación de que hay
películas que me dejan en shock y muy callado por horas, hasta aceptar que
no todo mundo tiene un enfoque de vida “racional” orientado a la felicidad plena.
¿Qué implica no tener un modelo
de vida basado en lo racional?, bueno, estar más cargado a las emociones, lo
cual me lleva a la reflexión , ¿existe
la posibilidad de que esas personas sean más "felices"? Es decir, desde la
inconsciencia de sus acciones, al menos no se preocupan por saber si lo que
deciden es muy correcto o no, solo dejan que sus sentimientos vivan a tope y se vayan resolviendo al paso.
Entiendo que un enfoque tal no es
lo más adecuado, que todo libro de coaching, que toda conferencia del tema, habla de la
búsqueda plena de la felicidad, de estados de desarrollo máximos. Claro que es
posible, ¿pero no depende mucho de ello del contexto? Pongo este símil, ¿todo
mundo tiene la capacidad para acabar una carrera universitaria?
En un plano racional, estudiar a niveles superiores, se puede
decir que es posible lograr la meta, que las capacidades mentales, las posibilidades de asociación,
que la estructura de pensamiento y la acción de procesos poderosos permite que
las personas logren hazalñas académicas. ¿Cuánto se complican las cosas cuando una
familia no está integrada de manera sana, donde no hay libros, donde no hay
revistas, donde la charla cotidiana son reclamos o insultos, donde las
ausencias es lo común y en el entorno inmediato la norma es luchar, literalmente, para sobrevivir?
Casos hay de gente extraordinaria
que sobresale a pesar de todas esas barreras, ¿será la mayoría? Algún evento
fortuito o un maestro vida (un coach improvisado) puede ser el detonante para
salir adelante, desde luego, ¿y si la persona no es capaz de apreciarlo o puede observarlo
pero simplemente no le interesa?
Como te puedes dar cuenta, el
tema no es tan sencillo, lo de menos es buscar con las herramientas, trabajar y
mostrara el camino para la felicidad que la persona dice que puede querer, sin
que por ello exista la garantía de que lo dicho se mantendrá en el espacio y en
el tiempo.
Eso es algo de lo mucho que me ha
enseñado el coaching, tener la tranquilidad de que en ocasiones puedes hacer tu
trabajo de la mejor manera, con el mayor de los intereses y pasiones, y aún así
no ser suficiente, sin que por ello la frustración te haga dudar de tus convicciones, de lo correcto que has expuesto y por lo que vale la pena continuar.
Esto es lo más valioso que me ha
enseñado el coaching, pues es algo que puedo regalar a las personas: aceptarlas
como son, incluso siendo obstinadamente como quieren ser.
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