miércoles, 2 de marzo de 2016

Viviendo en torno al discurso

La oportunidad de trabajar contenidos en grupos universitarios es que explicar las cosas te ayuda a que aprendas cosas desde otro sentido, en otro orden, y de ello puedes obtener ideas, como es el caso de esta colaboración.

Estabamos analizando la obra de un autor,. Teun Van Dijk, que desde los postulados sociológicos y psicológicos crea un modelo de interpretación del discurso más empírico, sin que ello signifique improvisación. El valor de la propuesta está desde una simple afirmación que interpreta a su obra: el racismo discursivo. Al pedir opinión los alumnos comentaban que el racismo es una acción que discrimina a los que demás, a los que son diferentes. Aunque de manera coloquial es aceptable, creo que hay espacio para más elementos.

Si pones en el buscador más famoso que usamos: Racismo, define, vas a encontrar esto: "Ideología que defiende la superioridad de una raza frente a las demás y la necesidad de mantenerla aislada o separada del resto dentro de una comunidad o un país". Y esta definición me gusta por los siguientes elementos:

1. Que es una ideología
2. Defiende una superioridad
3. Expresa la idea de estar aislado

Estos tres detalles nos pueden llevar al concepto tradicional de la violencia y la segregación, pero también nos aporta algo más, en primer lugar al hablar de una ideología, es decir, un sistema de ideas, algo que se comparte en comunidad. Por lo tanto, el racismo no es un pensamento propio, sino de grupo, Ahí el dilema es saber hasta donde uno aporta al grupo o cómo el grupo crea el referente de creencia al individuo. Esto no es un tema menor, en la argumentación de Teun Van Dijk se da la respuesta y argumentación.

Claro que se habla de una superioridad, en parte ahí se deriva el sentimiento de violencia para hacerla efectiva. Pero en el discurso racional enfocado como superioridad, ¿no lo vivimos en la marcas?, por ejemplo, las marcas nos han enseñado que no deseamos un teléfono, que necesitamos un IPhone. O por ejemplo, que se tome un Late, no un simple café. Estos productos, como tantos otros, buscan dar prestigio, distinción, categoría al cliente, ¿no acaso es entonces un lenguaje basado en aspectos raciales?, por lo menos hasta el momento parece que sí.

Y todo cierra cuando se habla de lo que debe generar, estar aislado, en este caso el estar aislado no significa solo, más bien, ser parte de un club exclusivo, donde unos pocos son los que se ven beneficiados. Volviendo al mismo sentido de las marcas, un café, un teléfono móvil, de poco sirven si no me ayudan a marcar un distancia con el que no lo tiene.

Bueno, pues este discurso racial no solo funciona para el sentido de las marcas, como bien puedes suponer, y no por fueza para hacer una distancia violenta con los demás, pero sí es una presión con la que se tiene que aprender a vivir. Te desarrollo la idea.

Vivimos en sociedad implica sujetarse a un discurso racial, donde como grupo nos hemos encargado de marcar lo que nos da aceptación, reputación, identidad, y los objetos que tomamos como los válidos y deseados, el problema es ¿cómo vivir en ese entorno sin que se vuelva una obsesión que limite nuestros estados de felicidad?

El trabajo con un coach no consiste en que evites y niegues la vida con su discurso racial, discurso que se obstina en crear categorías, clases, estilos impuestos, de lo que se trata es que con ese trabajo de coacheo es de que:

1. Aprendas a vivir en él sin que te presione de más
2. Sacar provecho a ese discurso 
3. Enfocar tus energías para crear tu propio discurso que te ayude a vivir logrando metas

Sobre esta idea del racismo discursivo es que vamos a profundizar en fechas próximas.

Si gustas saber más detalles del texto que ha sido base de inspiración, puedes ir a:




 


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