martes, 30 de junio de 2015

La calidad de nuestros argumentos

¿Y qué dice tu voz?
En los tiempos en que vivimos las redes sociales nos dan la oportunidad de formar parte de los debates, de los temas de interés, algunos se suman, algunos los genera, otros (los más) son espectadores que ven todo este espectáculo. Los beneficios los conocemos de sobra, en la actualidad no tener una cuenta en cualquier red social es una desventaja. ¿Limitantes?, desde luego, no todo lo que se genera en la sociedad es digno de alcanzar notoriedad. Al menos eso se pensaría fríamente.

Explico un ejemplo, pues poner el video es entrar en el juego de promocionar lo que no me parece correcto. Una madre de familia llega de la calle, ve a su esposo jugando con los niños, están en la planta alta de su domicilio. Ella los ve, los saluda, va a la cocina, y el esposo aprovecha para arrojar por las escaleras un muñeco vestido igual que uno de los niños. Marido y pequeños ven muy divertida la broma en que desde luego poco falta para causar un ataque de pánico a la desprevenida esposa.

"Disculpa, es una broma, disculpa" es la expresión del esposo sin que pueda ocultar la risa contenida por la broma gastada a su esposa a costillas de su natural susto. ¿En verdad podemos considerar una broma el móvil que supone la caída de un hijo desde una segunda planta?, sobra decir el monumental número de likes sumados. Es decir, mucha gente vio esta broma con el mismo enfoque divertido del esposo.

Recapitulemos, las redes sociales es el lugar que la tecnología ha diseñado para que la sociedad global tenga voz, se exprese y participe, ¿y cuáles están siendo sus argumentos?, ¿predominan argumentos para hacer una mejor sociedad? Desde luego que se acepta que no todo es seriedad, también se vale el humor, la distensión, ¿pero la voz que nos da la tecnología es más estridencia corriente que un arguemento inteligente?

Si bien el cierto que uno es lo que consume (informativamente, en este caso), tampoco podemos negar que el material casual es mucho más fácil de disfundir, de consumir, de interpretar, incluso de imitarlo. Además, por años notables capas sociales se quejaron que los contenudos televisivos eran nefastos, y ahora que la tecnología nos da voz resulta que nuestros argumentos son peores que los cuestionados.

Lo que se difunde en los medios de comunicación (masivos o electrónicos) es un reflejo de lo que como sociedad se entiende por interacción, por su cultura, por su educación, su escala de valores es proyectada en lo que comenta, en lo que comparte, un like dice mucho más de lo que podemos pensar cuando se habla de un fenómeno social.

Reitero, imagina un contenido que te inspire, que exprese cómo la gente mejora su calidad de vida, que se pueden hacer mejores ciudadanos, que se puede ayudar a mejorar el entorno, que las posibilidades están ahí si trabajamos con dedicación y confianza, que nada es inmediato si vale la pena. Te comparto este video que seguramente te agradará:


Esto también está en redes sociales, también en plataformas, le podemos dar like, lo podemos compartir, lo podemos compartir, se puede hacer lo mismo que en el caso del video comentado previamente, dos son las cosas que se tendrían que lograr:

  1. Que los likes que sume sean tantos o más que contenidos de escasa calidad
  2. Tener la paciencia de concentrar 9 minutos de nuestra vida en estos contenidos cotidianamente
Lo que se describe puede ser parte de una proceso de virtud social que puede dar una nuevo enfoque a nuestro modelo social y educativo, ¿te animas a ser un promotor de estos contenidos inspiradores?

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