miércoles, 29 de abril de 2015

Trabajando los reencuentros

Esta tarde tuve la oportunidad de tener un charla con una valiosa amistad, para evitar las especulaciones, viene desde los tiempos universitarios, si consideran que mi egreso fue en 1994 ya podrán tener un referente específico.

Fue grato, divertido, fluido, muy interesante, incluso revelador para mi toda charla, esta entrevista; y el universo en tan interesante que fue una plática al mismo nivel metafórico del libro al que hice mención ayer "Los años de peregrinación del chico sin color". Descubrir percepciones, formas con que uno es visto es tan esclarecedor que se vuelve toda una experiencia iniciática.

¿Qué se requiere para tener una charla de este tipo?, me atrevo a proponer algunos de los puntos que considero básicos, aclaro que lo escribo a nivel reflexión, no estoy recurriendo a ningún referente teórico, todo es la impresión generada al momento:

1. Tener procesos de comunicación interna (introspección) para saber que ya no eres el mismo de hace 20 años.
2. Estar abierto a la experiencia nueva con una persona que a pesar de conocer, tampoco ya es la misma.
El primer reencuentro debe ser con uno mismo
3. Estar dispuesto a escuchar expresiones que en otro tiempo y contexto solo eran pensamientos y que ahora simplemente eclosionan como flores de cerezo en el momento justo.
4. Capacidad para escuchar, valorar y conservar, no puede ser tan malo, porque una cita no es un encuentro casual ni fortuito.
5. Estar al nivel de la circunstancia y corresponder a la franqueza que uno escucha.

Es muy posible que se requiera o se puedan encontrar más elementos, pero esto que te comparto es algo de lo mucho que se puede trabajar con la comunicación interna (intropsectiva), con desarrollo emocional. Es ahí donde un docente, o un docente con técnicas de coach, puede ayudarse a sí mismo y de esa manera también poder ayudar a sus alumnos.

Esto que comentamos es cuestión de interés, de práctica, de romper paradigmas personales y abrirse a nuevas formas de hacer efectiva la comunicación, hacer de la comunicación una estrategia de crecimiento, un coach es quien te puede ayudar a potenciar ese activo llamado comunicación.

 

Los reencuentos pueden ser tan emotivos o tan sorprendentes como cada persona lo quiera o pueda ver. Lo que no debemos olvidar es que todos tenemos motivos para reencontrar lo que consideramos pasado.

martes, 28 de abril de 2015

Vivir sin tener color

El sábado pasado tuve la oportunida de empezar a leer "Los años de peregrinación del chico sin color", para el lunes a las 9 de la mañana ya había devorado el relato creado por Haruki Murakami. Es el quinto libro que leo de él, tiene anclajes muy claros sobre la visión femenina, los enfoques con que el hombre se comporta y estilos idelistas del amor y la disciplina de los hábitos es constante en todos sus libros, sin embargo, tiene el encanto de crear relatos honestos, sencillos y profundos, una combinación nada inmediata.

¿En dónde reside el mensaje de este texto?, desde luego que no lo puedo decir de manera descriptivo, te aseguro que el texto es profundamente disfrutable, pero comento lo que siento que fue el motivo de inspiración, el detonante: la vida de un chico que siente que su vida es sencilla, de poco peso, de ínfimo valor, en resumen, un chico sin color.

En el libro se explica con detalle esta metáfora sobre el uso de los colores, podemos decir que es un libro que mueve mucho a lo kinestésico; pero de lo que quiero hablar de la situación real en que una persona puede llegar a pensar que su vida es aburrida, anodina, sin relieve,  intrascendente y que se encuentra con hechos que perecen darle la razón. De tanto pensarlo se convence de ello, a pesar de que todo mundo a su alrededor sabe de sus grandes valores, aportes, dotes y habilidades.

¿Que puede significar una vida sin color?, puede ser una persona incapaz de alimentar una relación, suena lo inmediato, pero también puede ser que esa persona que se acepta sin color tenga algunas relaciones en las que admite que las ha formado solo por cubrir apariencias, por tener una ocupación. Es posible que el el vivir sin color haga que la persona acepte todo mansamente, sin mayor resistencia.

Por otra parte, ¿cuánto tiempo se puede vivir son color?, ¿cómo es el color en la vida de las personas?, ¿qué puede aumentar la intensidad o ir borrando los colores?, de eso es sobre lo que Murakami diserta, en parte, en su libro, no de manera directa, pero sí da los elementos para que el lector examine lo que es la la vida en el mundo moderno, la manera en que nuestro destino es tan frágil su construcción, o su destrucción.

¿Es posible sentirse identificado en un texto?, claro, pero tampoco es algo tan cotidiano, ahí el poder de este libro, pues en toda la definición y búsqueda del color se obtiene el elemento que abunda y no le damos su real poder y valor: la comunicación; el escritor nos expone un mundo en que por 16 años una barrrera de comunicacón se construye sin que nadie haya hecho algo físico en concreto, dejando todo en el terreno de la especulación, y de esa manera ir desvaneciendo el color que todos tenemos.

Te recomiendo este libro abiertamente, si deseas conocer más de las habilidades humanas para poner color... o para desdibujar la existencia.


jueves, 23 de abril de 2015

El valor de las herramientas

El trabajo siempre requiere de herramientas
Uno de los muchos eventos de la humanidad que no quedaron registrados fue cuando alguno de  nuestro ancestros, el que haya sido, se le ocurrió tomar, por ejemplo, una piedra y arrojarla a un agresor, el que sea, porque con el paso del tiempo se dio cuenta que esa piedra era una herramienta que le daba poder y seguridad.

A partir de ahí, todo es estetica y mayores ajustes, la idea básica ya estaba trazada. El hombre requiere de herramientas para mejorar su vida, su seguridad, su progreso. 

El problema parecería resuelto, sin embargo, en el caso de la educación parece que no. Por décadas se ha consolidado el modelo de dar clase (por el maestro) o de tomar clase (por parte del alumno), y de tanto que se ha replicado la fórmula es que sigue muy arraigada, y sobre todo por el alumno, que se podrá quejar, pero es el modelo al que está acostumbrado, además de que aprender de otra manera es es una complicación mayor, por lo que mejor no le mueve mucho al tema.

¿Por qué poner la imagen de electricistas trabajando?, porque es un concepto, una metáfora. El electricista es como un maestro. Tienes que arreglar, mejorar, optimizar una situación. Algo en el poste no funciona, o puede funciona mejor (el poste puede ser un grupo, un alumno), pero no tiene sentido que cada vez que suba al poste lleve solo una herramienta, y cuando tenga que cambiar de herramienta baje, la tome y vuelva a subir. Es natural que tiene que ganar tiempo y efectividad.

La solución que tiene es subir al poste con un cinturón en que lleva todas las herramientas que puede necesitar. El cinturón no solo le ayuda a llevar todos sus instrumentos de trabajo, también le permite concentrarse en su trabajo y en su seguridad. 

Bueno, en el caso de un maestro ocurre lo mismo, en esta ocasión nos vamos a centrar solo en el cinturón. ¿Qué herramientas, qué recursos cuelga de su cinturón?, ¿cómo las usa?, ¿usas las mismas herramientas siempre?, ¿fabrica sus propias herramientas o las consigue?, ¿cómo sabe qué herramienta debe usar?

Estas preguntas que deberían ser cotidianas en la práctica docente por desgracia no lo son, pues como lo mencionamos antes, el modelo de educación tradicional trabaja con muy pocas herramientas, solo el conocimiento del maestro, quizás el apoyo de su gis o de sus plumones para que al final defina la efectividad de sus herramientas por medio de un examen. ¿Imaginas a un electricista arreglando las cosas solo con un destornillador?, porque ese destornillador puede ser el simil del gis o del concepto.

El docente que quiera romper paradigmas debe adquirir nuevas herramientas, usarlas de manera creativa, compartirlas y enseñarle al alumno que él también las puede proseer. De eso podremos hablar con más detalle en otra ocasión.

miércoles, 22 de abril de 2015

La felicidad en su sentido social

La simple misión de cada día

Así como sabemos que no hay que tirar la basura en el suelo, pero la tiramos, ocurre lo mismo con la felicidad, sabemos que venimos al mundo para ser felices, sin embargo tenemos en lo cotidiano una serie de conductas y comportamientos que nos alejan de la meta.

En este momento lo más sencillo que puedo hacer es decirte que dejes comportamientos como vanidad, egoísmo, envidia o cualquier otro sentimiento negativo, pero hay algunas objeciones.

¿Con qué autoridad asumo que tienes alguno de esos compotamientos?, ¿qué real poder tengo para cambiar tus paradigmas o conductas si no conozco el escenario completo?, porque alguien puede ser envidioso y tener todas las razones de vida (experiencias) que justifiquen dicho sentimiento. En otro enfoque, si se dice que una persona no requiere de una justificación para ser feliz, ¿por qué imponer condiciones al egoísmo?

Lo que sí podemos decir es que la felicidad es un acto social, esa es la clave, quien vive para su pura y exclusiva felicidad, quien se satisface a sí mismo, ¿cómo sabe si lo está haciendo bien?, ¿contra qué estaría comprobando que sus acciones tienen sentido, valor y trascendencia?

Por eso la idea no es convencerte de cómo ser feliz, yo no tengo ningún tipo de súper poder para darte una solución, o una pista, eres tú el que puede encontrar su referente, su estándar, y como puedes ver en la inforgrafía que está en https://es.pinterest.com/pin/473018767083967695/, no es tanto lo que hacemos hacia nosostros mismos, sino la cualidad de hacer algo por alguien, lo que podemos provocar en los demás, la manera en que seremos recordados por los demás. 


Recuerda, el hombre ha avanzado en su proceso evolutivo por la adaptación al entorno y por convertir el miedo en motor de cambio, de progreso; sin embargo, logra ser recordado por dos indicadores simples, por construir o por destruir, ¿en qué esándar estará la felicidad, como constructor o como destructor?

jueves, 16 de abril de 2015

El poder en la educación

Ayer se comentaba en este espacio que el poder real en la vida es enfocarse en ser causa y no efecto, esto quiere decir que el poder del que disponemos es el de hacer las cosas que queremos o deseamos, tratar de influir y tener control de aquello que está más allá de nuestro campo de acción nos puede llevar al desgaste, a la frustración, a una vida miserable por la sencilla razón de que en el efecto no tenemos control (poder) de la situación.

Ahora bien, uno de los lugares en que más se manifiesta la idea de ser causa y efecto es la educación, maestros ahora llamados tradicionales ostentan el poder en la clase, en donde se quiere tener control en los contenidos y en la productividad del alumno, ¿cómo se da esto?, acertaste, al repetir los conceptos que explicó antes. En este formato el instrumento cotidiano es el examen, en donde se vacían los contenidos dados por el docente, sin importar realmente si el alumno tiene comprensión real de lo que está respondiendo.

Administrar contenidos es tema sencillo
Imaginemos una situación, un estudiante universitario de segundo semestre de la carrera de administración revisa un tema como, por ejemplo, Empresa Socialmente Responsable; el compromiso del maestro tradicional obliga a que dé a los alumnos información como definición, cualidades, características, procedimientos, y claro, ejemplos de lo son ese tipo de empresas en sus prácticas.

Como punto inicial, esta información que el maestro dio a los alumnos ellos mismos la pudieron obtener (el buscador actual reporta 669 mil resultados en la web), por lo tanto información existe y en abundancia, con o sin la intervención del maestro. Como segundo concepto, ¿que está produciendo la clase al revisar esta información?, que el alumno pueda responder de un examen en que explique es una empresa con responsabilidad social, ahora bien, ¿eso será lo que le le será de utilidad para conseguir trabajo, ya no digamos en la práctica profesional?, sobre todo considerando que por su edad el alumno no tiene experiencia laboral, por lo tanto, sus referentes solo son teóricos. ¿Se aprende mejor desde la teoría?

Por otra parte, ¿no será de mayor utilidad que el alumno desarrollo un plan de responsabilidad social como lo imagina y apoyado por el maestro?, ¿que haga un codigo de comportamiento para una empresa con RS y lo discuta con su maestro?, que diseñe un taller para integrar a nuevos elementos de una empresa de RS tutorado por el docente?, ¿que el alumno prepare un video de cómo hacer una escuela SR y lo produzca en compañía de su maestro? 
Aprender como se trabaja en la realidad

Lo que se está exponiendo se resume de esta forma: la educación tradicional prepara a la gente para un mundo que ya no existe, un mundo estable, lógico, estructurado, de mucha certidumbre.

Por el contrario, una enseñanza centrada en las ideas del alumno, donde son auténticos creadores, que son el referente de la actividad, protagonistas de lo que se hace al trabajar de manera colaborativa, de tal forma que estas habilidades no sean una novedad, sino algo habitual oara cuando llegue al campo laboral, no solo es un acto de congruencia laboral, es responsable dado el mundo que van a enfrentar. Más aun, si esto se puede trabajar en nivel profesional, ¿se puede desarrollar en niveles básico? desde luego, es posible, si se tiene la voluntad de ser causa y no efecto.

Todo esto es posible en tanto el poder docente se enfoque en la causa, no es el efecto, cambiando referentes, ambientes, intereses, métodos, estar dispuesto al cambio y con ello aceptar las nuevas responsabilidades. Toda esta reflexión se origina por lo que está pasando en un colegio jesuita en España, algo que puede leer en el duario El País http://www.elmundo.es/espana/2015/04/16/552eb3c9e2704e972c8b4578.html.

Estoy seguro que este artículo lo encontrarás interesante, y por ello te pregunto, ¿hasta dónde estás dispuesto a ser causa, hacer uso pleno de ese poder que puede estar en tus manos y dejar de pensar tanto en la consecuencia?

miércoles, 15 de abril de 2015

El poder visto como algo cotidiano

La semana pasada hicimos una descripción de la idea del poder, esa palabra que tanto asusta cuando la sentimos ajena y distante y es ejercida por otro, pero tan atractiva y valiosa cuando puede ser parte de nuestro actuar diario.

Sobre ello también citamos a una autora que daba un amplio sentido al concepto de poder, desde los fenómenos sociales, políticos, económicos, para culminar en el control que podemos tener de nuestra vida. Este es el punto en que ahora hay que profundizar.

¿Qué debemos entender como control?, este es un concepto como el caos, que puede significar un desorden o bien un orden que estandariza todo sin poder encontrar individualidades.  El control de la vida es dejar que las cosas sean lo que tengan que ser. El control ser responsables de nosostros mismos y no de las circunstancias previas y posteriores. Si somos responsables de nosotros y olvidamos al entorno todo el poder en nuestras manos. De tan simple es complicado aceptarlo, ya no digamos vivirlo.
Buscar ser causa y efecto desgasta

Pensamos que el control es el poder por el que todo lo que hacemos va a resultar tal y como lo deseamos, con todos los sentimientos asociados a la perfección, la satisfacción, lo impecable, que simplemente nuestros caprichos son respetados al pie de la letra. 

El poder, el vivir empoderado es hacer lo que debemos hacer, lo que nos mueve, lo que nos apasiona, en total integración con el universo, pero sabiendo que en cuanto se complete la acción deja de estar en nuestro control, ya no es parte de nosotros, nos encargamos de hacer lo que nos correspondía y ya es la gente la que decidirá si lo presentado, si lo hecho, es valioso o no. Ese es el real poder, dejar que las cosas sean, que las cosas fluyan como deban hacerlo, y no sufrir por ello.

Toma el ejemplo de un escritor, escribe su novela, la presenta a un editor, la publican, ¿dónde está el control?, en dejar que la obra se venda como se deba vender, el poder no es alterar las listas de ventas, no es forzar la venta de libros, el poder no es pagar para que haya buenas críticas, el real poder es aceptar las cosas como son y saber vivir con ello. ¿Hasta dónde somos capaces de sufrir por buscar el control de las circunstancias periféricas cuando pudimos atender de manera absoluta las acciones en si tuvimos que ver?

Piensa lo siguiente, ¿qué tanto poder tienes para que tu vida sea "perfecta"?, más aún, ¿qué es una vida perfecta?, eso lejos de ser un poder de vida se vuelve una trampa en que nada nos va a dejar satisfechos, nada bastará. 

El poder en la vida es cuando tomamos el control de nuestra vida, hacemos lo que sentimos, lo que deseamos, lo que nos hace feliz, lo que nos integra al universo. El control en la vida es ser causa, no el efecto, el efecto ya es caos, es imprevisto, son circunstancias sobre las que buscar el control es desgastante, absurdo, y base de la vida miserable.

Por eso, para clarificar mejor esto, tendrémos que hablar pronto del manejo de las ameociones, es ahí donde está el real poder de nuestras vidas.

martes, 7 de abril de 2015

El control como elemento de poder

Ayer tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre la real o aparente distancia que existe entre el líder y el tirano, y que el elemento de diferencia puede ser también el punto en común, pues en la gestión del poder ahí está las coincidencia.

La estructura del poder está cambiando
Ahora bien, la inercia en la historia de los grupos humanos nos dice que el poder que genera un colectivo se concentra en unos pocos, lo que podemos llamar la clase gobernante. Esto desde luego puede ya tener sus interpretaciones, pues en la actualidad con la llegada de redes sociales se facilita el uso de poder e influencia para que amplias capas poblacionales se  expresen y logren generar sitaciones que hace 25 años simplemente no se consideraban.

En el cambio de este mapa puede plantearse la pregunta, ¿qué tan cercano es el poder a mí?; o bien, ¿puedo estar más cerca del poder de lo que supongo? La respuesta es sí, la configuración del poder ha cambiado, quizás no en un grado radical, pero sí hay cambios en el horizonte, por eso es que a la fecha se habla concretamente del empoderamiento.

Elvira Muliterno, en http://www.elvirasmuliterno.com/2012/que-es-el-empoderamiento/ explica“El término tiene significados diversos según el contexto sociocultural y político, y no se traduce fácilmente a todas las lenguas. Se puede entender como un proceso, como un producto, como un enfoque o como un fin. Además es multidimensional ya que tiene implicaciones a nivel individual, organizacional, político, sicológico, económico y espiritual. Tiene valor por si mismo aunque también puede ser utilizado como un instrumento. Se puede entender como un proceso personal a través del cual el individuo toma el control sobre su vida o bien como un proceso político en el que se garantizan los derechos humanos y justicia social a un grupo marginado de la sociedad”.

Como se puede apreciar, se reconoce la dismensión social, antropológica, el plano incluso espirutual, en esta ocasión me gustaría enfocarme en la parte final muy específica: un proceso personal a través del cual el individuo toma el control sobre su vida.

¿Qué puede signficar el control de la vida?, ¿se puede entender que el empoderamiento ayuda a que como personas no tengamos situaciones impredecibles?, ¿acercarse al concepto empoderamiento  significa una vida en que podemos asegurar las cosas por más variables que existan?, ¿empoderar significa que se tiene un control de todos los procesos en que estamos implicados?, ¿por ejemplo, un vendedor empoderado tiene control sobre factores de decisión de sus clientes? Ojalá la idea del control pudiera ser algo tan sencillo y divertido como se ve en este corto.

Parece una idea muy simple el tener control, pero como te puedes dar cuenta es ahora la que hay que definir con mayor precisión, algo que haremos más adelante.

lunes, 6 de abril de 2015

El uso del poder

Una de las palabras que más asusta a las personas es poder, pues implica una situación de superioridad sobre los demás. Sin embargo, ¿a quién no le gusta la idea de poder tener algún tipo de superioridad sobre los demás?

El poder puede crear leyendas
El simple hecho de expresarlo ya tiene algo de perverso, pues cuando tengo alguna superioridad sobre alguien ya implica que puedo disponer de algo con relativa ventaja, con autoridad, y más complejo con impunidad, es decir, sin tener que dar cuenta del uso de esa ventaja.

Desde una visión optimista podemos decir que el líder, con toda la visión amable que enmarca, dispone de una superioridad de visión, de acción, de organización, de lo que se guste, sobre los demás, y claro, a partir de esos atributos ganados o asignados por el grupo suponemos que lo usará para beneficio, precisamente del colectivo, ¿por qué?, bueno, porque es un líder y pareciera que de manera general dispone de un aura que lo hace "bueno" en automático.

Desde luego que figuras negativas existen, por ejemplo, el tirano, sobre él pende la idea de que es alguien que se ha apropiado de ventajas para la obtención de beneficios propios, egoistas, que no tienen más alcance que la imposición de él (el tirano) y sus seguidores..., momento, el tirano no actúa solo, tiene un grupo de cercanos que se ven beneficiados por los valores que ancarna. Los seguidores son aquello que están cerca de ese que detenta el poder, otro aspecto interesante, tanto el líder como el tirano detentan un poder. ¿Qué será más poderoso, el líder o tirano que vive al pico de la pirámide o los seguidores que pueden tener más contacto con la base de la pirámide?

¿Por qué es tan interesante el poder?, bueno, tan solo analiza la infografía que acompaña este trabajo, y que se obtiene de https://es.pinterest.com/pin/136093219966011523/. El dinero se devalúa, el dinero requiere de intereses, de mantenimiento, se puede atesorar, pero te lo pueden robar; en cambio el poder es distinto, no se almacena, no expira si se sabe trabajar y mantener, el poder puede hacer del líder y del tirano leyenda, y puede inplicar que su sola presencia imponga respeto, miedo o autoridad.

Estudios sobre el poder sobran, Nicolás Maquiavelo en El Príncipe da una cátedra de lo que es la gestión del poder, sin embargo, a la fecha el poder, ya sea como líderes o como tiranos requiere un enfoque más moderno y ágil, las redes sociales exponen al líder o al tirano de manera amplia, cuidar y mantener el poder es mucho más complicado que en los tiempos de Maquiavelo.



Ahora, la pregunta no es qué tan líder o tiranos somos en la vida pública, sino el cómo buscamos el poder en nuestro interior para conseguir nuestras metas u objetivos, algo que se tiene tiene que revisar con más calma más adelante.