jueves, 16 de julio de 2015

Saber cambiar de mapa

La semana anterior explicábamos el concepto del mapa, y si bien empezamos resaltando ese concepto como un elemento de jugar a los piratas, pudimos establecer una idea básica: todos actuamos en sociedad con base en el mapa que formamos.

¿Como verificas que tus ideas sean actuales?
Vamos a profundizar, recuerda una situación laboral, por ejemplo, el poder ayudar, por iniciativa propia, a un compañero con una labor que les es afin, la que sea. ¿Cuál ha sido la manera de actuar frente a la situación?

1. No tengo porque ayudarle, que sea responsable
2. Le voy a ayudar, él no es tan hábil y requiere auxilio
3. Hasta que me pida ayuda veré si quiero apoyarle
4. Hasta que no me diga el jefe que lo ayude lo haré
5. Él nunca me ha ayudado, ¿por qué lo haría yo?

¿Alguna de estas frases te son conocidas?, más, ¿alguna la has pensado y vivido?, no te preocupes, esto no es un examen ni un juicio, solo es una situación que puede ser común a cualquiera de nosotros. Bueno, pues sea la expresión que sea, es el reflejo del mapa que tenemos.

Vamos a ver a detalle, trabajemos con la frase uno, y sobre ella imaginemos cuáles son los argumentos que la fundamenta. Es posible que alguien no nos haya ayudado antes en un problema similar; quizás esa persona antes no nos ha ayudado; tal vez persona nos desagrada; es posible que se trate de un compañero que sabemos que no es agradecido; otra situación a considerar es que ya le hemos ayudado antes y sabemos que solo quiere aprovecharse de que le ayudemos.

Ahora imagina que todas las ideas que hemos puesto en el párrafo anterior las escribes en una hoja en blanco, en la forma y orden que consideres, no hay más estructura que la que tú le das, pero todas las ideas están presentes. Bueno, todas esas ideas en el papel es tanto como un mapa, es una ruta de opciones con las cuales llegas al destino (en este caso, no haberle ayudado para que sea responsable).

Como puedes ver, el mapa se hace un listado de situaciones, y sobre ella tomas camino y decisión de lo que terminarás eligiendo, Todos tenemos un mapa, y tiene un sin fin de criterios, todos ellos nos hacen ver al mundo de manera optimista, pesimista, indiferente, animoso o apático, por decir lo inmediato.

Pero aquí viene lo importante, no es que el mundo sea así, lo único que pasa es que lo ves así por ser el mapa que usas. Por eso aquí viene algo que es valioso por sí mismo: el mapa se tiene que revisar, actualizar, modificar y mejorar. Imagina que se usa el mismo mapa por años y años. Imagina la misma situacón inicial (no ayudar para fomentar responsabilidad), ¿qué pasa si siempre actuamos con el mismo mapa?

Y con un coach descrubres que esa pequeñes solo es percepción
1. Negamos el proceso de aprendizaje
2. Nos cerramos a nuevas experiencias
3. Medimos todos con los mismos referentes
4. Pensamos que la vida solo tiene un sentido de evance
5. No sabemos qué hacer con algo que no contemple nuestro mapa

No podemos renunciar al mapa, no podemos destruirlo, tampoco cambiarlo todo de un plumazo, lo que se debe hacer es revisar el mapa continuamente, revisar indicadores, ver su vigencia y ser maduros en su caducidad. Con la ayuda de un coach este servicio puede ser algo tan grato, revelador y divertido que cuando menos te des cuenta, tu mapa será radicalmente opuesto a tus referentes originales.


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