martes, 12 de mayo de 2015

Aprender como niño

Cuando llegamos a la solución de algo puede ser una solución creativa o solo una solución simple. Por ejemplo, si tenemos un cuadro y hay que colgarlo, lo solucionamos sencillamente poniendo un clavo en la pared, tenemos una solución, muy práctica, pero no por fuerza creativa.

¿Cuándo dejaste de aprender el grupo?
Ya en el comentario previo explicábamos que las ideas, al ser creativas es porque se basan un nuevo enfoque, algo que nadie haya hecho de esa forma; en muchas ocasiones surgen de un accidente, por ejemplo, Ruth Graves Wakefield, en 1930, estaba cocinando galletas, y al terminar la masa se dio cuenta que había olvidado agregar el chocolate. Decidió integrarlo, ya lo tenía picado, y pensó que el calor del horno lo derretiría. No solo no se fundió el chocolate, se dio cuenta que las chispas de chocolate las hacían diferentes, quizás divertidas a la galletas. La historía revela que no solo fue creatividad accidental, también resultó muy rentable. La doble condición de la que ayer hablábamos. 

Aprender puede ser algo divertido si así lo decidimos
Ahora, ¿podemos estar a la espera de algún accidente para encontrarnos con algo creativo?, ¿y siendo así,  cómo saber si el resultado de ese accidentes es creativo, o mejor, puede ser rentable?, como se puede inferir, no podemos estar al capricho de las circunstancias. Somos nosotros los que podemos tener este tipo de beneficios, pero hay que saber lograrlos. Saber trabajarlos

En su curso Potencia tu mente, (www.miriadax.net) , la coach Carmen Sarabia (@C_Sarabia_Cobo) comenta que hay muchas maneras de poder activar al cerebro, lo que da como resultado, con el tiempo, a acostumbrarnos a lo que nunca debimos perder: la creatividad. ¿Por qué nunca debimos perder?, porque dice que si recuperamos la forma de aprender de cuando éramos niños es posible lograr resultados creativos.



La coach comenta que a los niños 

a. No les importa equivocarse
b. Suelen aprender acompañados
c. Les gusta el apoyo
d. Usan todos sus sentidos
e. Tienen curiosidad
f. Expresan deseos constantes por aprender
g. Viven con la pregunta por qué

La experiencia de descrubrir nos puede hacer felices
Como puedes apreciar, no hay recetas mágicas, solo es exponerse a la experiencia de aprender, lo que en la era del conocimiento no supone ni complicaciones ni limitaciones económicas, todo puede estar cerca y accesible, siempre y cuando tengamos la madurez y la humidad para regresar a las bases.

¿Cuál es el mejor momento?, cualquiera, ¿por dónde empezar?, por donde tú lo decidas, ¿qué es lo que vas a obtener?, quien sabe, ¿en verdad se es creativo por consigna?

Saber o recordar que no somos procesos concluidos es fácil, pero vivir sabiendo que de verdad nos construímos día a día no es tan cotidiano. Date la oportunidad de aprender lo que quieras, pues de esa manera tu cerebro estará sano, no perderá plasticidad y tu nivel de vida, el sentimiento de pertenencia, tendrá una nuevo significado.

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