jueves, 28 de julio de 2016

Viviendo en la inercia

¿Todos tus pasos van a donde exactamente deseas?
Mucho de nuestro lenguaje está basado en la física, no sé hasta que punto sea natural o impuesto, ¿no sería mejor un lenguaje ecológico o biológico?, porque a final de cuentas los seres humanos nos conformamos más por emociones que por leyes precisas, me refiero a los procesos de socialización.

En fin, una de las palabras que me gustaría analizar de este lenguaje físico es inercia. Como tal significa: "Incapacidad que tienen los cuerpos de modificar por sí mismos el estado de reposo o movimiento en que se encuentran". Alguien en alguna ocasión me dijo, en una sesión de coacheo: "es que no sé por qué hago las cosas, supongo que por inercia". Recuerdo la anécdota y me da motivo para preguntar. ¿alguna ocasión te has sentido incapaz de modificar por propia iniciativa tus acciones o tus inacciones?

Si lo ves con calma, podemos preguntar otros detalle, ¿originalmente estabas en reposo o en movimiento?, ¿cuánto llevas así?, ¿te gusta tu estado de movimiento o de reposo?, ¿si te gusta tu estado de movimiento, sabes hacia donde vas?, ¿si no te gusta tu falta de moviento, por qué no empezar a moverte?

Son varias preguntas, y pueden ser más, porque estamos hablando de un impulso vital, del movimiento o del reposo. Una vida frenética que no tiene reposo nos puede llenar de incertidumbre, a no tener tiempo ni para respirar, es vivir con la adrenalina en todo momento. Por otra parte, ¿qué nos puede dar una vida en que no hay actividad, en donde todo es monótono, sin variantes, sin sorpresas?, ¿cómo saber que la seguridad llega a ser hastío?

Lo primero que vale la pena decidir es saber en qué medida el movimiento o inactividad en nuestra vida es nuestra responsabilidad. Por medio de nuestras decisiones de actuar o de omitir acciones creamos la vida que deseamos. Ahora, no es tan natural y obvio moverse cuando cuando tienes días, meses o años pensando en el momento "adecuado" para actuar. De igual manera no es nada sencillo poner pausa cuando sientes que si no estás en movimiento la vida se te escapa de la manera más miserable. ¿cómo definir el punto de equilibrio?, la solución a este dilema es ver las cosas desde otra perspectiva y ver cuáles son tus motivos más profundos para actuar o no.

El trabajo que realiza un coach con su coachee es clarificar los pensamientos desde lo más superficial (inmediato como una idea) hasta lo más profundo y protegido (una creencia que solo detona en momentos críticos). Lo importante que debes saber es que este tipo de trabajo no se realiza con la idea de trabajarlo para encontrar explicación y origen. El trabajo del coach no es terapia, lo que se busca, para lo que está preparado, es para hacer a la persona consciente de esas ideas y creencias que no le permiten moverse o detenerse y que a partir de ello decida qué quiere hacer. 


El trabajo del coach es ayudar al coachee a que descubra qué lo frena o que lo impulsa para que decida qué quiere hacer, a qué tipo de vida aspira y pueda trazar una estrategia que le ayude a ser más feliz, el plan al que nos referimos se construye a partir de los compromisos que el coachee quiera establecer, basado en sus experiencias, no en las del coach. Otro detalle, ¿por qué buscar cambiar la "inercia"?, porque el punto de origen es el coachee insatisfecho con la vida que lleva, eso es lo que detona todo.

Sé parte del mundo del coacheo, tan maravilloso es que no hay misterio: el actor principal, el mayor beneficiado, por quien se hace todo, es por ti mismo, cuando tú te superas ya podrás elegir la manera en que serás productivo, rentable, partiendo del entendido de que una vida empoderada, segura y feliz es una vida rentable.

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