martes, 5 de julio de 2016

La vida la armamos a diario

Cuando llegas tarde a la escuela o al trabajo, ¿de quién es la culpa?
¿Del transporte?
¿De las distancias?
¿De que se tardó en pasar el camión?
¿En algo que no salió como lo esperabas?

O pensemos en el trabajo, en la oficina. No logras metas porque...
¿Las metas no son claras?
¿La exigencia es mucha?
¿No hay buena comunicación con tus compañeros?
¿Tienes muchas cosas que hacer?
¿Te faltan recursos para cumplir?

Cambiemos de situación, vamos ahora a las relaciones afectivas
¿No sientes que eres valorado?
¿Te parece que los demás no te ayudan a expresar lo que quieres?
¿Sientes que los demás no aprecian quien eres?
¿En alguna ocasión quieres decir algo y esperas el momento oportuno? 

Bueno, no hay obligación de que las respondas, o algunas de las preguntas, son solo algunas de las muchas posibilidades que pueden existir para que alguien no logre lo que se propone en la vida. Solo es la entrada para hablar de lo que es el motivo de nuestra vida, ¿tu vida se centra en el locus interno o en locus externo?

Vamos por partes, cuando tenemos decisiones y enfoques de vida basada en el lócus externo somos víctima de todo lo que pasa a nuestro alrededor, todo lo que nos pasa es por el destino, la suerte, por los demás, por todo lo que está fuera de nuestro control. Revisa las anteriores temáticas, la de llegar tarde, es válido que haya ocasiones en que algo se cruce para que no lleguemos a tiempo a nuestras citas, ¿pero que nos ocurra dos o tres veces a la semana?, ¿cuando nos sucede unas 7 veces en un mes será un tema del entorno o algo que estamos dejando de hacer?

Y así podemos decir más cosas de las otras dos temáticas, si las observas con cuidado, te pods dar cuenta que todo descansa en el locus externo, la persona que ve así la vida nunca tiene responsabilidad de nada, es el entorno el que le está frenando, el que conspira, el que le obstaculiza, el solo es víctima de las cosas que están fuera de control.

Por el contrario, cuando la persona vive de manera razonable en el locus interno asume la responsabilidad de sus actos y de sus omisiones, enfrenta lo que deja de hacer y defiende lo que ha hecho en su beneficio. El papel de la responsabilidad es clave para la estabilidad y crecimiento de la persona, se conecta con la madurez de saber que lo que se hace tiene consecuencias y lo sabe afrontar.

Una de las cosas en las que te puede ayudar un coach es hacerte consciente desde tus propios hábitos, de lo que haces para que las cosas se cumplan o lo que se está dejando de hacer. No es una cuestión de dolor o de reprimenda, solo es trabajar una serie de diálogos y de esquemas para que te empoderes, asumas el control de tu propia vida y empiece a tomar decisiones que le ayuden a lograr lo que quieres, pero que previamente no sabía cómo lograrlo. Es a partir de metas sencillas, paulatinas, pero efectivas, que se ayuda a que la persona paraque vea que es posible enfrentar la vida a partir de un encuadre sano, responsable y maduro.

¿Por qué lo puede hacer un coach?, porque antes de poder ayudarte ha debido pasar por el mismo proceso de madurez y responsabilidad. Si percibes que el coach con el que trabajas no asume sus responsabilidades, o no te genera esa percepción, sigue tus intuiciones y busca al que sí te ayude, no se trata de estar con un coach por compromiso; de lo que se trata es que te sientas cómodo, confiado y sepas que esa personas que te ha prometido ayudarte, en verdad lo haga, no por lo que diga, sino por lo que tú logras o conquistas en cada sesión.

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