martes, 21 de julio de 2015

La educación que libera al estudiante

La semana anterior platicaba la idea de la importancia de liberar al estudiante, liberarlo de una pesada carga de ser un mero receptor de datos para ser un partícipe de la clase en donde hay que dotarlo de confianza, de seguridad, de protagonismo para tomar decisiones. Y este fundamente no es algo superficial, algo como de moda.

Tal como lo explica la frase que dio motivo a este texto, un alumno, es decir, una persona que es libre en su interior está en un nivel superior y desde ahí es capaz de todo porque está empoderado. ¿Qué es una persona empoderada?, alguien que tiene la confiaza, la seguridad y los recursos evidentes para poder solucionar un problema.

Pongamos un escenario, ¿te gustaría que tu alumno llegara un día a hablar en un auditorio ante, quizás 500 personas?, estamos hablando de una persona que tiene la confianza del conocimiento, la seguridad de que su voz predominará y manifiesta carisma, simpatía, charla variada, esos son sus recursos evidentes. Es seguro que te gustaría tener un alumno así. ¿Cómo lograr que tu alumno pueda llegar a ese tipo de foros?

Algunas cosas se deben tener en cuenta
1. La idea tiene que emocionar al niño (a), no tanto al maestro
2. El niño debe verlo como algo atractivo, su maestro se lo debe vender así, no como una obligación
3. El peor camino es es ponerlo a practicar inténsamente
4. El maestro debe trabajar el interior de su alumno, él se encargará del resto por simple gusto
5. Igual no será ese conferenciasta, solo hizo efectivo su poder de elección

Cuando vemos el punto 5 parecería que no tiene sentido el ejemplo. No es así. Si cumples con las primeros cuatro puntos empoderas al alumno, vas a trabajar su estima, su seguridad, que conozca el valor de sus actos, la importancia de su presencia, la trascendencia de sus capacidad, que lo que diga, lo que haga o lo que calle es respetable. De esta manera, en tu aula, lo puedes empoderar, y ya él decidirá si un día quiere ser un expositor, o investigador, o taxista, o un contratista, o que haga lo que quiera, porque a final de cuentas es muy distinto ser lo que pudo ser a ser lo que quiere ser.

¿Qué se requiere para que esto funcione?, tu compromiso con la liberación, ofrecer en tu aula ago adicional al contenido de la materia, ser una persona que vea más el futuro que los procesos, que confíe en la persona y sepa vender sus ideas. Estos puede permitir que logres empoderar a tus alumnos, ¿te atreves a dar este salto?, ¿te atreves a cambiar tus paradigmas?, en la siguiente entrega vamos a profundizar en las ideas que hemos bosquejado.

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