lunes, 12 de enero de 2015

El prometedor inicio

¿Basta hacer algo porque nos gusta?
En la escuela en que trabajo hoy inicié curso, y algo de lo que más disfruto es preguntar a los alumnos sus motivos de estudiar la carrera que han elegido, sin importar el nivel en que se encuentren. La respuesta más noble, a la vez la más común, es porque les gusta lo que estudian.

No es mala la idea, pero es perfectible; hacer las cosas porque nos gusta trivializa el sentido de las preferencias, en mi caso me gustó la carrera de periodismo, pero también me gusta el helado, me gusta la carne asada, me gusta correr, es decir, me gustan muchas cosas, ¿eso soporta el hecho de estudiar una carrera?

Más práctico es lo que responden de vez en cuando, que se estudia porque esa carrera garantiza buenos ingresos. Desde luego que se aspira obtener conocimientos para tener una mejoría de vida vía económica, ¿pero cuánto dinero es suficiente para satisfacer esa necesidad?

Por eso es que comunico una convicción que comparto a todo grupo que induzco a un curso, se estudia para ayudar, ayudar al que no sabe, ayudar a la empresa que requiere un talento para solucionar un problema, se ayuda al entorno con un profesionista que cumple su misió social, existen muchas fases de ayuda, pero se tiene que tener este enfoque desde el inicio, como base fundacional, no como acto incidental.

Cuando se piensa en ayudar lo oriento a la labor del coach, si busca ser coach por ayudar tendrá otro tipo de beneficios y satisfacciones, ¿el coach se puede entender a partir del gusto personal o por la satisfacción personal?, de ser así, ¿entonces para quien haría las cosas en coach? Esto es lo que me permito sugerir, lo que deseo promover, pues oportunidads siempre existen, si se quieren aprovechar.

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